La razón principal por la que decidí empezar a ver The Grinder fue que Fred Savage (Kevin en Aquellos maravillosos años) era (y es) uno de sus protagonistas. Rod Lowe me daba un poco igual la verdad.
Cuando la serie que le lanzó a la fama llega a su fin, el famoso actor Dean Sanderson decide volver con los suyos a su ciudad natal y ayudarles con el negocio familiar, un bufete de abogados.
El episodio piloto, o primer episodio, comienza con la familia Sanderson viendo el episodio final de The Grinder, la serie de abogados de moda protagonizada por Dean Sanderson, o tío Dean. Y mientras todos disfrutan y miran embobados la televisión el bueno de Stewart no puede dejar de pensar que su familia se ha vuelto loca.
Lo que más me llamó la atención, a parte de lo absurda que es, fue su duración, son capítulos de apenas 20 minutos. Lo que ayuda a que no se haga pesada, porque convivir y aguantar a un personaje tan pagado de si mismo como Dean Sanderson es complicado, claro que viendo el padre tan despreocupado que tiene se explican muchas cosas...
La gracia principal de The Grinder es ver como conviven, y sobreviven, día tras día Dean y Stewart. El yin y el yang, el día y la noche, el perro y el gato. Stewart es abogado (de verdad) y padre de familia, Dean es actor (bastante bueno) y un soltero de oro que piensa que la vida real es un plató de televisión.
Es fresca, original, absurda y muy divertida.
La serie se compone de 22 episodios, y se emite los jueves a las 21:30 en la Fox desde el 29 de septiembre.
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