Como nos encanta probar restaurantes modernos de vez en cuando, y ya que íbamos a estar por la zona de Huertas, decidimos reservar mesa. El sitio es espectacular sin duda, y la calidad de la comida se nota, y eso sí, originalidad no les falta.
También íbamos con la aplicación de El Tenedor pero una vez sentados el camarero, muy majo él, nos explicó las distintas opciones, con y sin Tenedor. Y por precio y variedad al final optamos por el Menú Clásico de tapas para 3, no incluido en la oferta.
Lo primero en llegar fue una Témpura de calsots que no estaba en carta. Debería haber sido Berenjena ahumada a la llama de carbón con balsámico. No me gustan mucho los calsots pero rebozados y con la salsa (que no recuerdo de que era) estaban bastante buenos.
Luego llegó el Carpaccio de portobello con aceite de trufa blanca, parmesano y almendra. Este no me terminó de convencer, las setas "crudas" son demasiado sosas y "salvajes" para mi paladar.
Por suerte para ponerle un poco de "sabor" wn seguida llegó la Ensalada de tomate y atún ahumado. Muy, muy buena, la textura del atún era muy agradable.
Y por fin llegó el turno de lo "caliente" con Las bravas "Arola". Originales eran, y estaban buenas, pero la salsa brava no sé donde estaba escondida T_T
También llegaron las Albóndigas con chimichurri y fondue de queso de cabra. ¡Qué rica estaba! Y las albóndigas tenían un ligero toque... a especia que no supe identificar. La mezcla era deliciosa.
Luego fue el turno de las Alitas de pollo "Kimchi". Y ahí es donde me "indigné" un poco, no había nada de kimchi en ese plato, tan sólo unas alitas algo picantes rebozadas y cubiertas con cebollino *snif snif*
Pero eso no era todo, aún quedaba Nuestro bocata de calamares, ¡ y menos mal que eran minis! Pero estaban absolutamente deliciosos. Para mí el plato estrella del menú.
Y de postre, por si nos habíamos quedado con hambre, una deliciosa Fondue de chocolate negro con frutas de temporada. Manzana, fresas, plátanos, naranja, moras, frambuesas y arándanos.
La bebida, como siempre en este tipo de sitios, no estaba incluida. Lo mismo que el café, con el que además tuvimos más de un problema porque la camarera que nos atendió no terminó de atinar con lo que queríamos.
El local desde luego merece la pena verlo y la comida, como no podía ser de otra forma, es muy buena. La presentación de los platos es espectacular y a pesar de ser cantidades "pequeñas" no te quedas con nada de hambre, a nosotros nos sobró comida.
Eso sí, si vais en invierno que no os sienten cerca de la puerta, hay corriente... y estando nosotros allí llegó a entrar gente "a vender", me sorprendió un montón, pero eso sí, el de seguridad, o quien quiera que fuese ese chico, le pidió muy amablemente a la mujer que se fuera y no volvió a aparecer.
Para más info → VI-COOL
VI-COOL Huertas
Calle de las Huertas, 12
28012 Madrid
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